miércoles, 13 de julio de 2011

LMDE: ¿Qué hacer tras su instalación?


Desde el año pasado, la conocida distribución Linux Mint, cuya base principal es Ubuntu, lanzó una versión paralela, pero ésta, en lugar de estar basada en Ubuntu, está basada en Debian, y en lugar de ser una distribución lanzada de versión en versión con su bloque de paquetes correspondientes, se trata de una distribución rolling release, que para los que lo desconozcan, este tipo de distribuciones, resumido a grosso modo, están constantemente actualizándose a las versiones más recientes (y estables) de todos sus paquetes, incluyendo los paquetes críticos de la distribución, por lo que para tener la versión más reciente de este tipo de distribuciones basta simplemente con tenerla actualizada, sin que sea necesaria en ningún momento una reinstalación (salvo que haya algún problema y algún paquete "conflictivo" rompa algo que ya funcionaba).

Linux Mint Debian Edition, al basarse en Debian, aprovecha todas las ventajas de ésta, como el hecho de ser una distribución más ligera, con menor consumo de recursos y mejor rendimiento general que Ubuntu, a la vez que incluye las características y programas propios de Linux Mint, aunque sacrifica un poco la automatización que hace que Ubuntu (y por extensión, la rama principal de Linux Mint) sea tan fácil de usar para el usuario novel. En líneas generales, esta versión de Linux Mint busca ser un término medio entre Debian y Ubuntu.

Su instalación es tan simple como la de cualquier versión de Linux Mint o Ubuntu, pero una vez instalada tiene sus particularidades, y en ellas nos vamos a centrar ahora. ¿Qué hacer una vez instalada Linux Mint Debian Edition?

· No reconoce Swap
Para empezar, Linux Mint Debian Edition tiene una curiosa particularidad, no ocurre en todos los casos, pero es un bug que está pendiente de arreglar que hace que el sistema no reconozca la partición Swap. Eso ocurre porque el UUID de la unidad Swap no se corresponde con la línea correspondiente a dicha partición en el fichero /etc/fstab.
Para arreglar este problema (con el que podríamos tirarnos meses y meses sin darnos cuenta), abrimos una terminal y ejecutamos el comando:
$ blkid
Este comando arrojará los datos de todas las unidades que estén conectadas al equipo, entre los que está el UUID. Copiamos el UUID correspondiente a la unidad Swap.

A continuación, lo que hemos de hacer es editar el fichero /etc/fstab (no olvidemos que sólo podremos editarlo como root), y en él cambiar el UUID de la unidad Swap por el que hemos copiado de la salida del comando blkid. Guardamos los cambios en el fichero y reiniciamos el sistema. Una vez iniciado el sistema ya debe reconocer la partición Swap.

· El sistema reinicia sin pasar por arranque BIOS y Grub
Otra particularidad es que al realizar las correspondientes actualizaciones, nos encontramos con que al reiniciar el sistema, éste lo hace directamente sin pasar por el arranque de la BIOS y el Grub, de forma que si tenemos un arranque dual y queremos arrancar otro sistema nos vemos obligados a apagar y volver a encender el equipo.
Esto es debido a la utilidad kexec del kernel Linux, cuya misión es hacer un reinicio rápido del sistema.
Si no queremos este comportamiento en el sistema, lo único que tendremos que hacer es eliminar completamente el paquete "kexec-tools".

· Compiz no se inicia por defecto
Para los que deseen usar los efectos 3D en su escritorio GNOME, han de usar para ello el gestor de ventanas Compiz, y para usar Compiz es necesaria la aceleración 3D de nuestros respectivos chipsets gráficos, para cuyo mejor rendimiento no quedará más remedio que instalar los drivers privativos de nuestra correspondiente tarjeta gráfica.
Pero se da que en Linux Mint Debian Edition, aunque en la sesión actual tengamos activado Compiz como gestor de ventanas, éste no se queda activado por defecto, por lo que al reiniciar la sesión, el gestor de ventanas activado volverá a ser el de GNOME por defecto, Metacity.
Para hacer que Compiz sea el gestor de ventanas del entorno desde el inicio, habremos de añadirlo a las aplicaciones que se inician en el arranque de sesión, para lo que nos iremos a Menú > Centro de control (de GNOME) > Aplicaciones de inicio. Una vez ahí, pulsamos en el botón "Añadir". En el nombre escribiremos el que queramos, pues esto es simplemente para conocer el nombre de la aplicación que se ejecute ("Compiz" a secas es un buen nombre en este caso), y el comando que escribiremos será:
compiz --replace
En algunos casos no es necesario hacer nada más, pero en otros, aunque el gestor de ventanas sea Compiz desde el inicio, se da que el comportamiento del gestor tampoco es el adecuado y genera diversos defectos visuales (por ejemplo, que desaparezca la barra de título de las ventanas, o que las ventanas maximizadas aparezcan completamente en blanco), por lo que se hace necesario recargar Compiz.
Una forma de hacerlo es con la aplicación Fusion-Icon (que se ancla en el panel), y desde ella pinchar en "Reload Window Manager", pero esto se vuelve una molestia si hay que hacerlo en cada inicio, por lo que para que este proceso sea automatizado por el sistema, en las Aplicaciones de inicio añadiremos la orden:
fusion-icon












De esta manera, simplemente con añadir Fusion-Icon al inicio, el sistema ejecuta una recarga automática del gestor de ventanas Compiz.

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